21 julio 2008

¿El doctor Livingstone, supongo...?. Encuentro del GAP

¿El doctor Livingstone, supongo...?. Encuentros del Grupo de Amigos de Panoramio en Málaga y Granada.

GAP- Málaga 2.008:
Esto es singular... que a mi edad, me ecuentre con gente que no conozco y que me sienta como
si fuesemos amigos de toda la vida... Pues sí.

Esto es lo que nos ha sucedido a unos cuantos locos, usuarios de Panoramio, por estas tierras andaluzas. Concretamente en Málaga y Granada.



Todo surgió de forma entre espontánea y premeditada (contradicción completa) y digo esto porque no se que es lo que nos lleva a los humanos a relacionarnos de las formas más inverosímiles como es un contacto virtual a través de Internet, por ejemplo la web de Panoramio. Y es que parece que es más fácil hacer un amigo a distancia que entablar una conversación con un vecino... Pero puede que el vecino no busque tanto el contacto como el que navega por la red de redes, con el que podemos tener puntos en común, como es la fotografía.

El caso es que, sin explicar demasidao los detalles del cómo, nos encontramos en Málaga, unos cuantos Panoramios, buscando a otros Panoramios.

Y le he puesto como título a este artículo: ¿El doctor Livingstone, supongo...? y ahora explico cómo se lleva a cabo un encuentro entre andaluces. Nada más lejos del estilo flemático y formal de los ingleses Stanley y Livingstone allá por 1.871, tan lejos de donde nos ubicamos.

GR.- Primero nos llamamos por teléfono (los granainos después de dejar el coche en un parking, estamos un poco perdíos): -¿Antomio? ¿donde está esa calle
que decis?.

MA.- Los malagueños contestan - errece, ¿donde estais?
GR.- Joer, no tengo ni p. idea... Aquí hay una calle que se llama Tomás Heredia...
MA.- Pues tirad pa'rriba hasta los árboles... que allí nos vemos... No cuelgues que ya mismo nos vemos...
GR.- Antonio, ya estamos en el paseo de los árboles... y cruzamos al otro lado...
MA.- errece, ya os habeis pasao, no hay que cruzar...
GR.- Antonio, estamos en la acera que está llena de autobuses azules... vaya, hay autobuses azules por toas partes...
MA.- errece, no cuelgues que tenemos que estar mu cerca...
GR.- C.ñ., seguramente son aquellos que vienen pa'ca. Con el móvil en la oreja...

... Sonrisas nerviosas de oreja a oreja...
...Abrazos con palmadas en la espalda...
...Todo cómo ¡si no nos hubiesemos visto nunca!!!! ...y es que es así realmente!!!



Es increible la ilusión que puede hacernos conocer personalmente a gente con la que hemos tenido algún contacto por Internet... Y es que no son virtuales, son de carne y hueso... ¡¡¡Sorpresa para nuestro cuerpo!!!

Por fín, nos encontramos y después de todo no ha hecho falta el modelo de saludo ¿El doctor Livingstone, supongo...?. Al final lo hemos resuelto a nuestro aire..., aire cálido y húmedo de la costa malagueña.

Por fin, y tras diversas gestiones e-maileas y telefónicas, los panoramios:
nos encontramos cumpliendo así un viejo deseo común como demostrar que esas personas con las que hemos intercambiado multitud de mensajes a partir de unas sencillas fotos, son de carne y hueso, como nosotros. Ya casi no creiamos que eso fuese posible y llegabamos a pensar que las respuestas que recibíamos a través de los e-milios eran automáticas.


Resumen:
El resumen ya se lo puede uno imaginar, los anfitriones malagueños se volcaron con nosotros y después de tomarnos unos merecidos refrescos, nos enseñaron orgullosamente una pequeña parte de su ciudad, Málaga, y charlando de todo un poco, fuimos pasando una extraordinaria tarde con una gente extraordinaria con la que compratimos aficiones, gustos y vivencias.

Y ésta es la experiencia que relato como una de las más curiosas y gratificantes que me han sucedido en los últimos años.

GAP- Granada 2.008:
Como ya teníamos previsto y publicado desde hacía unas semanas, el día siguiente repetimos la reunión con otro grupo de Panoramios en Granada.

En este caso el entorno elegido fué algo más campestre: concretamente en La Fuente del Hervidero, en La Zubia. Lugar abierto, entre montañas, a unos 1.300 m de altitud, previendo una jornada calurosa que a esta altitud debería ser algo más suave (como así lo fué climatológicamente, pero muy calurosa emocionalmente).



En esta jornada el encuentro con otros panoramios también resultó muy inteno y agradable y coincidimos en la reunión los siguientes panoramios:
Tras presentaronos, con una efusividad parecida a la de la jornada anterior, y comprobar, pellizcándonos mútuamente, que eramos personajes reales, procedimos a pasar un agradable rato aldededor de unas mesas repletas de viandas y bebidas refrescantes hasta altas horas de la noche, pues no encontrabamos el momento de despedirnos.

En general, algunos repetimos jornada y emociones y tras estos encuentros, suponemos que los lazos afectivos entre panoramios se van entrelazando poco a poco.

Sólo cabe decir que también recordamos a otros panoramios que, por motivos de agenda o de distancia no pudieron estar con nosotros pasando tan buenos ratos como los que hemos pasado esos días.

La próxima vez será y esperamos que no tarde mucho...