Lanjarón es una población conocida por muchas características: sus manantiales de aguas mineromedicinales, por su ubicación como puerta de la Alpujarra, por sus mimbres, etc... pero no es conocida por sus tinaos.
En la Alpujarra, los tinaos son muy característicos de su construcción urbana, pero en Lanjarón son realmente singulares pues son absolutamente desconocidos y sin embargo son realmente singulares. Parece que su origen es una mezcla de su historia judía y árabe.
A mi me encanta callejear allá por donde voy, y en Lanjarón, hace unos meses me encontré con la grata sorpresa de que en la calle Real, la principal de este singular municipio, muchos de los portales comunican la calle Real con las paralelas, aunque se encuentran a distinto novel, con un pasadizo a donde dan multitud de portales, conformando una estructura compleja de viviendas que acceden a las calles a través de estos pasadizos.
Cuando uno está dentro de estos tinaos, se pregunta cómo serán las construcciones que tenemos encima y debe ser un laberinto, pues da la sensación de que, aunque desde la calle, todo tiene el aspecto de un edificio compacto, desde dentro del tinao se encuentra uno con una amalgama de costrucciones, unas sobre otras y todas entrelazadas de forma imposible.
En fin, un espectáculo digno de visitarse, siempre que esté accesible el acceso al portal, que en muchos de los casos lo está, aunque otros, seguramente dichos tinaos han desaparecido detrás de una puerta o una cancela bajo llave.
Insisto, una curiosidad digna de admiración.
Aquí adjunto algunas fotos de estos laberintos.
En PicasaWeb hay unas cuantas fotos adicionales.
Finalmente, en éste video se puede observar el paso a través de uno de estos tinaos.
